Los comunistas del Gobierno culpan a la OTAN de la invasión rusa: «Es un factor de desestabilización»
La invasión rusa de Ucrania divide al Gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez. El compromiso explícito que la ministra de Defensa, Margarita Robles, y la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, con la OTAN contrasta con la responsabilidad que los ministros de Unidas Podemos atribuyen a Occidente en el conflicto. Un ejercicio de equidistancia que juega a favor de la estrategia expansionista de Vladimir Putin.
Prueba evidente de ello es el comunicado que Izquierda Unida, coaligada con Podemos y con dos ministros en el Gobierno, Yolanda Díaz y Alberto Garzón, ha difundido para fijar posición sobre la guerra desencadenada por Moscú. Los comunistas rechazan «el uso de la fuerza militar rusa contra un estado soberano, al igual que previamente rechazamos el despliegue de fuerzas de la OTAN en los países fronterizos con Rusia».
De esta forma, los socios de Sánchez equiparan a Rusia con la OTAN, obviando que la Alianza Atlántica sólo tiene fuerzas militares en los países de Europa que así lo desean ellos mismos en el ejercicio de su soberanía nacional. Y piden al Gobierno de España, del que forman parte, que no contribuya «directa ni indirectamente a alimentar este conflicto», generado por el rechazo de Putin a que las naciones vecinas de Rusia prefieran a la Unión Europea y EEUU como aliados para su progreso económico, su seguridad y defensa.
Pero los comunistas, escocidos por el papel que la OTAN ha jugado desde el final de la II Guerra Mundial en defensa de la libertad de Europa y como escudo frente al comunismo soviético hasta que cayó el Muro de Berlín, van más lejos aún en su comunicado. «Una nueva guerra en el continente europeo demuestra que la OTAN es un factor de desestabilización, y por ello es más urgente que nunca su disolución», afirman.
La formación a la que pertenecen la vicepresidenta segunda y el ministro de Consumo se desmarca también de la estrategia de la Unión Europea para responder a la agresión rusa. «Sería un error -dicen- entrar en una nueva espiral de sanciones y medidas coercitivas».
Como colofón, la posición oficial de IU concluye con una incoherencia sorprendente. Defensores del ‘derecho a decidir’ de Cataluña, los comunistas españoles le niegan a Ucrania el ejercicio de su soberanía nacional para que como estado independiente pueda elegir a sus aliados. «La solución a este conflicto pasa necesariamente por una Ucrania neutral en una región desmilitarizada», zanjan, decretando así para el país europeo una subordinación.
El comunicado difundido por la formación que lidera el ministro de Consumo ha sido compartido en las redes sociales por el propio Garzón.
‼️ NO A LA GUERRA – Por una solución diplomática en Ucrania.
Desde IU hacemos un llamamiento a la movilización por la paz y a que, frente a los ataques militares y las medidas unilaterales, se mantengan abiertos todos los canales diplomáticos para lograr una solución pacífica. pic.twitter.com/KWX6hY2OBo
— Izquierda Unida🔻 (@IzquierdaUnida) February 24, 2022
Sin embargo, en público, Garzón ha proclamado que el ataque ruso es «inadmisible» y ha acusado a Putin de «imperialista», algo que no dice en ningún momento el comunicado de la formación que dirige.
La posición oficial de IU también contrasta con las declaraciones públicas de Yolanda Díaz, militante del PCE como Garzón, que en su cuenta personal de Twitter ha condenado la «intolerable agresión de Rusia» sin atribuir responsabilidades a la OTAN.
Toda mi solidaridad con la ciudadanía ucraniana, víctima de esta irresponsable escalada.
Condeno esta intolerable agresión de Rusia. La diplomacia y el derecho internacional han de prevalecer en el marco de Naciones Unidas.
— Yolanda Díaz (@Yolanda_Diaz_) February 24, 2022
Hace unas semanas, cuando los tambores de guerra comenzaron a sonar, Pablo Iglesias, ex líder de Podemos y ex vicepresidente del Gobierno, emergió como aliado de Putin. En un artículo, justificó la estrategia belicosa del ex agente del KGB y afirmó que Rusia, con la amenaza de invadir Ucrania, únicamente «defiende su seguridad y sus áreas de influencia como todos». «Defender la paz supone asumir que es lógico que Rusia no quiera bases estadounidenses cerca de sus fronteras», argumentó Iglesias en línea con la estrategia del Kremlim.